Manuels Valls déclare “ne pas favoriser le rapprochement des prisonniers corses” #Corse

Cinco meses después de llegar al cargo, el ministro del Interior francés, Manuel Valls (Barcelona, 1962), es de largo el miembro más popular del Ejecutivo socialista presidido por François Hollande y dirigido por Jean-Marc Ayrault, con un 75% de opiniones positivas. El domingo, el inflexible Valls se apuntó un nuevo tanto con la detención en Mâcon, a 70 kilómetros de Lyon, de Izaskun Lesaka, considerada por los servicios antiterroristas españoles como la jefa militar de la banda, y de Joseba Iturbe, relacionado con el atentado de la T-4. “Elegimos a los RAID (las fuerzas especiales de la policía francesa), porque Lesaka iba siempre armada y podía resultar peligrosa”, explica el ministro en conversación telefónica con EL PAÍS. Valls añade que “mientras ETA no decida entregar las armas, París va a seguir luchando con toda firmeza contra la banda”, y seguirá “en todo” al Gobierno español.

Pregunta. ¿Es la operación más importante contra ETA desde que usted es ministro?

Respuesta. Creo que sí, y sobre todo demuestra que la cooperación con España sigue al máximo nivel, como dijimos en la cumbre bilateral de París.

P. ¿Tenían controlada a Izaskun Lesaka desde hace mucho tiempo? ¿Por qué han intervenido las fuerzas especiales del RAID?

R. Sabíamos que estos dirigentes iban siempre armados, o al menos ella, porque la Guardia Civil ha estado en Francia vigilándolos y luego les ha seguido la policía francesa. Yo estaba informado de la operación desde 24 horas antes y pensábamos que iba a ser difícil detenerlos, creíamos que podíamos encontrarnos una respuesta peligrosa. Por eso decidimos hacer la operación de noche y con el RAID. Al conocer la identidad de Lesaka supimos que no era una operación como otras y que era mejor dejar fuera a la gendarmería o la policía.

P. ¿Toda la cúpula de ETA está en Francia? ¿Cuántos dirigentes calcula que hay en el país?

R. Hay algunos dirigentes importantes aquí y otros que no están en Francia, pero no puedo decir el número exacto. La operación confirma, eso sí, que la cooperación con España funciona igual de bien que siempre.

P. ¿Piensa que alguien lo duda?

R. Creo que ETA y su entorno albergaron esperanzas de que con la llegada de Hollande al poder podían cambiar las cosas. Quizá por eso llamaron a resolver el conflicto a los Gobiernos español y francés la pasada primavera. Cuando fui a Madrid en junio quise dejar muy claro que no va a cambiar nada, que la colaboración va a seguir siendo ejemplar. Hay un proceso político en el País Vasco, ha habido elecciones y está EH Bildu. Hay debates y discusiones sobre los presos. Pero esto es un problema de España, o mejor dicho, un desafío de España. Nosotros no vamos a entrar en el debate político del País Vasco. Lo que siempre he dicho al presidente del Gobierno y al ministro del Interior es que ayudaremos al 100% a España. ETA no puede esperar ningún cambio, seguiremos entregados a la lucha contra el terrorismo.

P. Ustedes tienen su propio problema vasco también.

R. Algunos diputados y alcaldes piden una región vasca. Ya he dicho esta semana en el Senado lo que pienso: no habrá un País Vasco francés en la próxima ley de descentralización. No habrá una estructura administrativa vasca, no queremos abrir ese debate. Tenemos las cosas muy claras y mientras ETA no entregue las armas seremos inflexibles.

P. ¿Está usted a favor o en contra del acercamiento de presos?

R. Eso es competencia del Ministerio de Justicia, y no debo hablar sobre ello. Los jueces pueden decidir de forma independiente si acercan o no, pero debo decir que nosotros no lo hacemos en Córcega, y tenemos una actitud muy dura en eso. En el momento en que afrontamos el terrorismo islámico en África, Irak y Líbano, en nuestro propio país con Mohamed Merah y otros franceses conversos, sin confundir unos terrorismos con otros, el Gobierno francés cooperará siempre con quienes luchan contra el terror. Dicho esto, si el proceso político español sufre un cambio, nosotros seguiremos ese camino. Seguiremos, en todo lo que decida, al Gobierno español.